PEDRO A. GARCIA
Iba 1957 por los mediados cuando el mando del Ejército Rebelde decide formar una nueva columna y encargar de su dirección, con el grado de capitán, a Ernesto Guevara. “Ramiro Valdés pasaba a ser capitán y con su pelotón entraba en mi columna —escribiría Che años más tarde—, también Ciro Redondo era ascendido a capitán, mandando otro pelotón”.
Como segundo jefe de la columna fue designado Lalo Sardiñas, quien capitaneaba también la vanguardia. El destacamento guerrillero estaba constituido por 75 hombres. Sin armas, descalzos, casi desnudos, los demás compañeros les llamarían Los descamisados del Che...
“Lo primero que hacemos es una práctica de tiro —confesarán a un periodista varios fundadores de la columna décadas después—, y solo Ciro Redondo da en el blanco. El Che se sube en una piedra y dice con esa ironía tan suya: Tengo a la gente lista para el combate.”
También por aquellos días, llegaban del Llano noticias terribles: el fracaso de la apertura de un segundo frente guerrillero en la Sierra Cristal, plan concebido desde inicio de 1957 por Frank País, y la muerte de tres valerosos combatientes clandestinos en las calles de Santiago de Cuba: Josué País, Floro Bistel y Salvador Pascual.
Acerca de esto último, Fidel escribiría a Frank: “En una hoja aparte va un sentido y emocionado testimonio de solidaridad que nuestros oficiales te hacen llegar en nombre de todos los combatientes. Nos hirió de cerca y muy hondo el cruento zarpazo. Enardeció los ánimos y no es poco lo que ha influido en el tremendo espíritu combativo de estos días”.
TESTIMONIO DE SOLIDARIDAD
Fragmentos de la carta enviada por los combatientes del Ejército Rebelde a David (Frank País).
Querido hermano:
En circunstancias como estas es difícil encontrar las palabras, si las hay, para expresar un sentimiento tal como lo experimentamos en lo más profundo de nuestras almas. Tal vez un fuerte y silencioso abrazo podría sustituirlas y expresar aún más. No pudo ser el abrazo, igual que a ti tampoco te fue posible ver a tu heroico hermano por última vez, por estar en tu puesto de combate.
Si el destino nos lo permite, juntos iremos un día a su tumba para decirle a él y a toda esa legión de Niños Héroes, que hemos cumplido con esta primera parte de la lucha y que con la misma entereza y espíritu de sacrificio nos disponemos a culminar la obra de nuestra generación, teniéndolos a ellos como fiscales supremos de nuestros actos futuros.
Si el destino nos lo permite, juntos iremos un día a su tumba para decirle a él y a toda esa legión de Niños Héroes, que hemos cumplido con esta primera parte de la lucha y que con la misma entereza y espíritu de sacrificio nos disponemos a culminar la obra de nuestra generación, teniéndolos a ellos como fiscales supremos de nuestros actos futuros.
(...) Todos admiramos el valor sereno con el que afrontaste las amarguras de esta semana trágica. Para nosotros, los revolucionarios, el desahogo está en la lucha.
(...) Estamos muy orgullosos y contentos contigo por lo bien que estás dirigiendo todos los trabajos. Y en cuanto a la Sierra, cuando se escriba la historia de esta etapa revolucionaria, en la portada tendrán que aparecer dos nombres: David y Norma (Celia Sánchez).
Sierra Maestra, julio 21 de 1957.
PONLE COMANDANTE
La anterior carta la firmaron todos los oficiales del Ejército Rebelde que sabían hacerlo, cada uno en su respectiva columna. Al poner los grados de los componentes de la segunda de ellas, -relataría años después el Che,- Fidel ordenó simplemente: “Ponle comandante”, cuando iban a poner el nombre del Che.
“De ese modo informal y casi de soslayo, quedó nombrado comandante de la segunda columna del Ejército Guerrillero, la que se llamaría número 4 posteriormente...
La dosis de vanidad que todos tenemos dentro hizo que me sintiera el hombre más orgulloso de la Tierra ese día -explicó el che.- El símbolo de su nombramiento, una pequeña estrella, le fue dado por Celia, junto con uno de los relojes de pulsera que habían encargado a Manzanillo.”
Al nuevo destacamento guerrillero le encomendaron tenderle un cerco a una tropa enemiga, pero esta ya se había alejado de la zona. Su primera misión victoriosa fue el asalto y toma del cuartel de Bueycito, el 31 de julio de 1957. Un día antes, en Santiago de Cuba, era asesinado Frank País.
Los integrantes de la columna 4 no sabrían la noticia hasta que regresaron a su campamento serrano. Che escribiría años después: “De tal manera acababa una de las vidas más puras y gloriosas de la Revolución cubana... Con Frank País perdimos uno de los más valiosos luchadores pero la reacción ante su asesinato demostró que nuevas fuerzas se incorporaban a la lucha y que crecía el espíritu combativo del pueblo”.
EPILOGO DE UNA ESTRATEGIA
La trayectoria combativa del Che en los primeros reveses y acciones victoriosas, sus cualidades personales, determinaron para que Fidel depositase en el médico argentino responsabilidades superiores.
“Fue así como se ganó los grados de Comandante y jefe de la segunda columna que se organizara en la Sierra Maestra; fue así como comenzó a crecer su prestigio, como comenzó a adquirir su forma de magnífico combatiente que hubo de llevar a los grados más altos en el transcurso de la guerra”, expresó el Comandante en Jefe.
El Jefe de la Revolución veía en él no solo al soldado valeroso y audaz, sino también al maestro y educador de nuevos combatientes y al artista de la guerra revolucionaria que meses después protagonizaría extraordinarias proezas militares: la invasión con Camilo y la fulminante campaña de Las Villas que culminó con el ataque y rendición de Santa Clara.
En él estaban presentes, además, las enseñanzas de la Sierra Maestra, que luego se multiplicarían en nuevos jefes y destacamentos guerrilleros que trasladaron a todo el país, junto a las tácticas y estrategias, las convicciones revolucionarias y unitarias desarrolladas por Fidel.
El 24 de febrero de 1958 fue un momento cumbre de la radio antes del triunfo de la Revolución resultó, sin dudas, la creación por el Che de Radio Rebelde, por el papel desempeñado en la etapa más difícil de la guerra de liberación, cuando el enemigo lanzó una ofensiva de 10 mil soldados sobre unas fuerzas rebeldes que no sumaban mucho más de 300 hombres armados. El objetivo central del plan FF (Fin de Fidel) estaba bien definido: acabar con la comandancia general y la planta radial. Pero no; Radio Rebelde estaría en Palma Soriano el primero de enero de 1959, llevando al aire las órdenes y orientaciones del Comandante en Jefe que pararon en seco el golpe de estado.
El dos de agosto de 1958, el Comandante en Jefe Fidel Castro encomienda a los comandantes Camilo Cienfuegos y Ernesto Guevara iniciar la invasión hacia el occidente de la Isla. La columna dos Antonio Maceo al mando de Camilo comenzaría la histórica misión el 21 de ese mes, en tanto la columna ocho Ciro Redondo dirigida por el Che lo haría dos días mas tarde.
El 21 de agosto de 1958 recibe la orden de trasladarse a la provincia de Las Villas, al frente de la Octava columna “Ciro Redondo”.
El 31 de agosto de 1958 parte desde el corazón de la Sierra Maestra la columna invasora Ciro Redondo, al mando del Comandante Ernesto Che Guevara. Exactamente 10 días antes, había salido, también con una misión invasora hasta el occidente de la Isla, la columna Antonio Maceo dirigida por el Comandante Camilo Cienfuegos.
El 9 de septiembre de 1958- Tropas al mando del Comandante Ernesto Che Guevara sostienen el combate de La Federal, en territorio de la hoy provincia de Las Tunas.
El 14 de septiembre de 1958, la columna Ciro Redondo al mando del Comandante Ernesto Che Guevara se enfrenta al enemigo en Cuatro Compañeros, el mismo caserío camagüeyano donde la noche anterior había combatido la columna dirigida por Camilo Cienfuegos. Este encuentro fue desafortunado para los rebeldes, pues tuvieron un muerto y varios heridos, debieron abandonar los camiones en que viajaban y gran número de invasores perdió sus mochilas.
Esa noche, el Che habla a los hombres que había logrado reagrupar y explica que la acción de Cuatro Compañeros debía servir de experiencia para mantener la unión de la columna.
Es el 16 de octubre de 1958, cuando la; columna llega a las montañas del Escambray en las Villas.
El 27 de octubre de 1958, tropas al mando del comandante Ernesto Che Guevara asaltan el cuartel de la guardia rural en Güinía de Miranda.
La toma de este poblado villareño es parte de la ofensiva del Ejercito Rebelde en la zona central del país y que daría un golpe de muerte a la agonizante dictadura batistiana.
Fue el 16 de diciembre con la toma de Fomento y la destrucción del puente de Falcón, el inicio de la ofensiva final que completó la liberación de 17 poblados y ciudades de las actuales provincias de Sancti Spíritus, Villa Clara y Cienfuegos antes del enfrentamiento en Santa Clara.
Todo estaba preparado para la batalla final, durante la cual el plan de acción desarrollado por el Che reflejó un profundo conocimiento de la estrategia y táctica militares, la previsión de cada detalle y la acción combinada de todos los factores.
Del 28 al 31 de diciembre dirige la batalla de Santa Clara.
Con el victorioso combate en la ciudad cabecera de la provincia, protagonizada por las fuerzas rebeldes, los últimos días de 1958 constituyeron una pesadilla para la tambaleante dictadura de Batista, que perdió una docena de tanques y un tren blindado de 22 vagones con cañones, municiones, antiaéreas y ametralladoras.
Un reducido número de hombres destruyó la fortaleza que representaba el convoy ferroviario, los soldados gubernamentales estaban solo dispuestos a luchar a distancia, desde cómodas posiciones y fueron sacados del tren con "cocteles molotov", un armamento artesanal formado por botellas inflamables..
En manos de las tropas rebeldes cayeron poco a poco importantes posiciones, como la central eléctrica y toda la parte nordeste de la urbe, hasta que el último día del año se eliminaban los focos de resistencia que aún quedaban.
Apoyados por el pueblo, los rebeldes tomaron importantes bastiones del ejército en pertrechados cuarteles de la localidad, en aquel momento eje del llano central con 150 mil habitantes y centro del transporte y las comunicaciones.
En la madrugada del 31 de diciembre de 1958 Batista abandona el país y se materializa el triunfo de la Revolución. El 1° de enero de 1959 se logra la liberación de Santa Clara.
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